MAUXI NORTE LE APUESTA AL PACTO GLOBAL EDUCATIVO

para el colegio María Auxiliadora Norte es un compromiso avanzar en la construcción del pacto global educativo, «Es hora de mirar hacia adelante con valentía y esperanza. Que nos sostenga la convicción de que en la educación se encuentra la semilla de la esperanza: una esperanza de paz y de justicia. Una esperanza de belleza, de bondad; una esperanza de armonía social» (Francisco) por ello se transversaliza su estudio desde el método: SIENTE, IMAGINA, ACTUA, COMPARTE

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EL PACTO EDUCATIVO

Introducción

Con el Mensaje para el lanzamiento del Pacto Educativo del 12 de septiembre de 2019, Papa Francisco convocó a los representantes de la tierra a Roma para firmar un compromiso común, finalizado a construir el pacto educativo global.

La Iglesia en salida es una comunidad que toma iniciativa (“primerear”), que sabe incidir en todos los procesos de la vida personal y social. Y en esta perspectiva – escribe el Papa después de haber analizado los problemas del mundo y de la cultura actual – «sentimos el desafío de descubrir y transmitir la ‘mística’ de vivir juntos, de mezclarnos, de encontrarnos, de tomarnos de los brazos, de apoyarnos, de participar de esa marea algo caótica que puede convertirse en una verdadera experiencia de fraternidad, en una caravana solidaria» (EG 87). La educación y la formación se convierten en prioridades, porque ayudan a ser protagonistas directos y co-constructores del bien común y de la paz.

En la encíclica Laudato sí’, Papa Francisco recuerda que «La educación será ineficaz y sus esfuerzos serán estériles si no procura también difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza» (n. 215). Nunca antes había sido tan urgente la necesidad de un cambio de marcha que – a través de una educación integral e inclusiva, capaz de una escucha paciente y un diálogo constructivo – haga prevalecer la unidad sobre el conflicto. En este sentido es conveniente, dice el Papa, que se inicien procesos de intercambio y de transformación con todas las iniciativas necesarias para permitir que las generaciones futuras construyan un futuro de esperanza y paz.

La constitución de una aldea de la educación que cree una red de relaciones humanas y abiertas. Dicha aldea debe poner a la persona en el centro, favorecer la creatividad y la responsabilidad para unos proyectos de larga duración y formar personas disponibles para ponerse al servicio de la comunidad. Por tanto, es necesario un concepto de educación que abrace la amplia gama de experiencias de vida y de procesos de aprendizaje y que consienta a los jóvenes desarrollar su personalidad de manera individual y colectiva. La educación no termina en las aulas de las escuelas o de las universidades, sino que se afirma principalmente respetando y reforzando el derecho primario de la familia a educar, y el derecho de las Iglesias y de los entes sociales a sostener y colaborar con las familias en la educación de los hijos»